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Image by Glenn Carstens-Peters

Álvaro Martínez Mateu

Este es mi blog profesional, donde comparto mis conocimientos sobre Paid Media y Marketing Digital, junto con las tendencias que conforman este campo.  Espero que te sea útil lo que he escrito.

Para analizar el rendimiento de una cuenta publicitaria, es fundamental seguir un proceso estructurado que comience con una observación inicial y, según los hallazgos, permita profundizar en cada capa de la cuenta.


La primera pregunta que debe resolverse es si existen anomalías recientes que justifiquen una revisión a fondo. Para ello, es clave evaluar los datos generales, normalmente de los últimos 14 días, y detectar cambios en el rendimiento que escapan a las variaciones normales, fluctuaciones estacionales, días festivos o tendencias de mercado esperadas. Una vez identificada una posible desviación, la investigación debe abordar distintos niveles:



  1. Revisión estratégica: Aquí se analiza la estructura de campañas, la segmentación y la asignación presupuestaria. Es esencial verificar si la estrategia de pujas sigue alineada con los objetivos y si el gasto está distribuido de manera eficiente entre las etapas prioritarias del embudo.

  2. Evaluación de rendimiento en distintos periodos: Comparar tendencias ayuda a identificar si los problemas son circunstanciales o forman parte de un patrón más amplio. Esto puede incluir la comprobación de métricas como CTR, CPC, ROAS y conversiones en diferentes ventanas de tiempo.

  3. Diagnóstico de audiencias y creatividades: Determinar qué audiencias y anuncios están generando mejores resultados y por qué. Esto incluye detectar solapamiento de audiencias, canibalización de palabras clave en search o patrones de fatiga creativa en paid social.

  4. Estructura de campañas y segmentación: Analizar si las campañas están alineadas con el ciclo de compra y si cada etapa del embudo está correctamente atendida. La segmentación debe ser específica, en la mayoría de casos, evitando dispersiones innecesarias de presupuesto en audiencias que no convierten.

  5. Optimización de reglas automatizadas: Las automatizaciones pueden beneficiarte o no, dependiendo de su configuración. Se debe revisar si las reglas activas están ajustadas a los datos actuales y si realmente están mejorando el rendimiento o generando restricciones innecesarias.

  6. Estado de cumplimiento y aprobaciones: Revisar anuncios rechazados, calidad de cuenta y cumplimiento de políticas es crucial para evitar interrupciones en la inversión publicitaria.



Un buen análisis de cuenta publicitaria es un proceso iterativo que requiere una combinación de visión estratégica y análisis técnico. No se trata solo de detectar problemas, sino de entender el contexto y definir acciones correctivas o de mejora con un impacto real en el negocio.


¿Qué otros aspectos consideras de relevancia?




Cuando se trata de elaborar presupuestos para grandes clientes con inversiones muy significativas, el enfoque debe ser meticuloso, estratégico y alineado con los objetivos del cliente. Este proceso no es solo una tarea administrativa; es la base para construir una relación profesional sólida y establecer expectativas claras.


El primer paso es identificar los canales de Paid Media que se van a utilizar. Cada canal tiene características únicas y desempeña un papel distinto dentro de una estrategia integral. Por ejemplo, Google Ads puede ser ideal para captar demanda existente, mientras que Meta Ads puede funcionar mejor para generar demanda y construir audiencias. Este análisis inicial no solo define el alcance del presupuesto, sino que también demuestra un conocimiento profundo de las herramientas disponibles.


Calcular el presupuesto es más que una cuestión de matemáticas. Es necesario basarse en datos históricos, benchmarks del sector y objetivos claros. Una inversión muy elevada exige justificaciones fundamentadas que incluyan expectativas de retorno y análisis de riesgos. Por ejemplo, si el cliente planea gastar más de 100.000 € al mes, un desglose detallado de los costes por canal y tipo de campaña, así como un plan de optimización, es fundamental.


Definir la estrategia general es un aspecto clave. Este paso implica estructurar un enfoque claro que el cliente pueda entender y visualizar. Un cliente de alta inversión busca transparencia y claridad, y es vital mostrar cómo cada componente del presupuesto contribuye al éxito de la campaña. Esto podría incluir desde la distribución entre upper y lower funnel hasta la frecuencia esperada de actualización de los creativos.


La estructura de las campañas debe ser detallada pero flexible, incluyendo la inversión asignada a cada canal y los formatos de anuncio seleccionados. Adicionalmente, conviene explicar conceptos que puedan no ser familiares para el cliente, como la importancia de los primeros 3 segundos de un video o cómo funcionan las audiencias lookalike.


Otro elemento crucial para los presupuestos muy altos es calcular el tiempo necesario para la gestión. Gestionar proyectos de alta inversión requiere una supervisión más constante, por lo que incluir las horas estimadas y la necesidad de un equipo adicional, como por ejemplo para la creación de diseños, es una señal de profesionalidad. Si la escala del presupuesto lo requiere, tener un segundo gestor dedicado al proyecto asegura que todos los aspectos sean monitorizados adecuadamente.


Por último, todo debe plasmarse en un documento de calidad. Este documento actúa como referencia y fortalece la percepción profesional. Presentar el presupuesto en un formato organizado, claro y visualmente atractivo marca la diferencia a la hora de transmitir confianza.


Crear presupuestos para clientes muy grandes es un ejercicio de estrategia, comunicación y previsión. Es la oportunidad de establecer cimientos para proyectos exitosos y relaciones duraderas en el tiempo.




La temporada baja es una oportunidad para refinar estrategias, probar nuevos enfoques y fortalecer la marca, aunque también puede presentar desafíos. ¿Qué se puede hacer para aprovechar al máximo estos momentos en paid media?


En primer lugar, es esencial optimizar el presupuesto. Mantener activas solo las campañas con mejor rendimiento permite maximizar el retorno, enfocándose en productos o servicios con alta demanda o buen potencial de crecimiento incluso en temporada baja. Por ejemplo, identificar campañas de alto rendimiento mediante el análisis de métricas clave como el ROAS o la tasa de conversión puede ayudar a decidir en qué campañas seguir invirtiendo. Menos es más: cada euro cuenta cuando los recursos son limitados.


Otra estrategia clave es adaptar los creativos al contexto de temporada baja, midiendo la efectividad de estos cambios mediante indicadores como la interacción o la tasa de clics (CTR) para asegurarte de que las adaptaciones generan resultados positivos. Para B2C, se puede recurrir a tonos más relajados, evocando preparación para momentos futuros importantes. En B2B, se trata de posicionar la oferta como parte de la planificación para el próximo trimestre o nuevo ciclo. Esto mantiene la relevancia del mensaje y evita la fatiga creativa.


Las temporadas bajas también son el momento ideal para explorar nuevos canales. A menudo, las marcas se centran en los medios que generan conversiones a muy corto plazo, pero este es el momento para probar plataformas emergentes como TikTok, Pinterest o incluso Spotify. Aunque no generen resultados inmediatos, ayudan a construir una presencia y familiaridad que puede ser muy valiosa cuando la demanda repunte.


Retargeting y reactivación son palabras clave en estos períodos, ya que permiten aprovechar audiencias que ya mostraron interés previo, siendo especialmente efectivos en temporadas bajas cuando la adquisición de nuevos usuarios es más difícil y costosa. Apuntar a usuarios que ya mostraron interés, pero no convirtieron, ofreciendo incentivos personalizados, puede marcar la diferencia. Además, las campañas de reactivación por email, bien segmentadas, pueden revivir a esos clientes potenciales que ya conocen la marca, pero no llegaron a dar el paso.


También hay espacio para la creatividad. Crear microcontenido educativo o de valor aporta un extra al cliente, lo mantiene conectado y fortalece la percepción de la marca como referente en el sector. Videos cortos, tips en redes sociales, o anuncios que eduquen y no solo vendan, marcan la diferencia también.


Finalmente, la preparación para la próxima temporada es una de las acciones más rentables en tiempos de baja demanda. Invertir tiempo en preparar buenos creativos, mensajes y ofertas, ajustadas a las tendencias y a los segmentos a impactar en el futuro, asegura una ventaja competitiva cuando la demanda vuelva a crecer.


La temporada baja no tiene por qué ser un freno, sino un trampolín hacia el próximo momento de alta demanda. Todo es cuestión de perspectiva y estrategia.


¿Cuáles son vuestras mejores estrategias para temporada baja?

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