
La consideración en el proceso de compra es un factor clave que afecta tanto a la estrategia de marketing como al modelo de atribución que implementamos. Diferenciar entre productos o servicios de alta y baja consideración influye significativamente en cómo abordamos la publicidad digital.
En productos de baja consideración (tanto en B2B como en B2C), la compra es más impulsiva, el proceso de decisión es breve y el enfoque se centra en aspectos como la disponibilidad y el precio. Aquí, la atribución tiende a ser más directa. Se suele usar un modelo de atribución centrado en la interacción más reciente del usuario, ya que estos productos tienen un ciclo de decisión corto y un enfoque transaccional.
Por otro lado, cuando hablamos de productos de alta consideración, el enfoque cambia significativamente. Las decisiones suelen involucrar a múltiples partes interesadas y requieren más tiempo y análisis. En el ámbito B2B, esto implica ciclos de venta largos y complejos. Aquí, es fundamental elegir un modelo de atribución que capture el impacto acumulativo de cada interacción, ajustando la ventana de atribución para reflejar adecuadamente el recorrido del cliente. El objetivo es atraer, educar y construir confianza a lo largo del proceso.
Imaginemos un caso práctico: una campaña para vender una impresora estándar en el ámbito B2B versus una campaña para un software de ERP complejo. Este contraste ilustra cómo los diferentes niveles de consideración requieren enfoques distintos en términos de modelos de atribución, para adaptarnos a la complejidad y duración del proceso de decisión. La impresora, siendo un producto de baja consideración, podría tener un ciclo de atribución reducido, incentivado quizás por una oferta directa. Pero el software ERP requerirá múltiples puntos de contacto: anuncios de remarketing, contenidos descargables, formularios, demostraciones, y reuniones, el valor de cada interacción necesitará ser valorado para entender el recorrido del cliente.
Lo importante es no aplicar el mismo criterio de análisis a todas las campañas, sino reconocer la naturaleza del producto y cómo los usuarios avanzan en su recorrido. En paid media, es relevante adaptar el modelo de atribución según el tipo de consideración y el valor del producto/servicio. Además de optimizar el rendimiento de la campaña, también obtendrás insights específicos sobre preferencias de compra, puntos de fricción y patrones de decisión del cliente.
¿Qué tipo de productos o servicios sueles gestionar en tus campañas? ¿Alta o baja consideración? Te leo en los comentarios.